La mejor parte de Inspiración cristiana para la vida diaria
Jesús se convierte en el cordero sacrificial que quita el pecado del mundo, como se menciona en el evangelio de Juan.
La enseñanza de Jesús sobre la astucia y sencillez en medio del sufrimiento es un llamado a la firmeza en la Certidumbre y al prueba robusto ante el rechazo de la Familia. Al confesar nuestra creencia en Jesús, él nos examinará frente a su Padre celestial; pero al negarlo frente a la Parentela, incluso lo negaremos en presencia de Dios.
Estas lecciones son relevantes no solo para aquellos que viven en momentos de persecución religiosa, sino asimismo para los creyentes contemporáneos que luchan por sostener sus principios y convicciones en un mundo cada oportunidad más hostil.
“Y la esperanza no desilusiona, porque el inclinación de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue cubo” (Romanos 5:5)
Jesús nos recuerda que no debemos temer al ser humano que puede matar solo el cuerpo, sino temer a aquel que tiene el poder sobre nuestra alma y nuestro cuerpo.
Carear la hostilidad y el odio por seguir a Jesús requiere valentía, fe y una confianza en Dios en medio del sufrimiento. Somos llamados a ser testigos valientes en presencia de el rechazo de la Parentela y a continuar predicando el evangelio en las ciudades de Israel y en todo el mundo.
En el ensayo innovador, escogimos una obra de arte, un himno, y un pasaje de las Escrituras para nuestra meditación sobre Jesús y el sufrimiento. La obra de arte es una pintura del siglo XIV sobre el sufrimiento de María en el Gólgota mientras abraza a su hijo crucificado.
Como se menciona en el evangelio de Mateo, Jesús dijo: «El Hijo del Hombre no morapio para ser servido, sino para servir y alcanzar su vida en rescate por muchos» (Mateo 20:28). El sufrimiento de Jesús fue un acto de bienquerencia y sacrificio para exceptuar a la humanidad.
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En conclusión, la relevancia del sufrimiento de Cristo en la salvación de la humanidad es central en la fe cristiana. Nos muestra el apego de Dios, nos recuerda nuestra carencia de salvación y nos luz a vivir en reconocimiento y entrega a Dios.
Jesús es el primero en hacerse siervo y en entrar en la escuela del sufrimiento. Asume la condición de siervo y se hace obediente hasta la muerte.
Pido todavía que les sean iluminados los Luceros del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de Mensajes de fe en tiempos difíciles su gloriosa herencia entre los santos, y cuán incomparable es la dimensión de su poder a favor de los que creemos.
Esto significa que cada parte de nuestro cuerpo y vida es importante para Él, y debemos tener la misma atención a los detalles en nuestra vida diaria.
Por otra parte, no responde a la inquietante pregunta de por qué un Dios todopoderoso no interviene y hace poco por toda esa injusticia.